La mayoría de la gente, con la edad, presta una gran atención a su rostro, pero tiende a desatender el resto del organismo. Y lo cierto es que toda la piel se resiente con el impacto de los elementos externos (sol, frío, contaminación y viento), al igual que los internos, incluida una dieta no equilibrada, la falta de ejercicio, los factores hereditarios, etc. Por suerte, un buen tratamiento corporal periódico rehidratará los tejidos y permitirá que recuperen la lozanía anterior.
Existen otras formas de estirar una dermis que ya no presenta la tonicidad deseada. Sin embargo, ante la alternativa de someterte a los riesgos de un procedimiento quirúrgico, cuyos resultados no se garantizan, y que, además, requieren un largo período de recuperación, dejan desagradables cicatrices y son caros, no hay duda de que preferirás varias sesiones mensuales de relajantes, inocuas y efectivas técnicas no invasivas.
Ventajas de los tratamientos corporales
Estos procedimientos benefician tanto a tu cuerpo como a tu mente, y siempre puedes combinarlos o alternarlos para obtener beneficios adicionales. Se utilizan para estilizar la silueta, disminuir los efectos de la celulitis, eliminar la adiposidad localizada y combatir la flacidez, aunque todos ellos, en general, mejoran la hidratación y favorecen la relajación.
Entre las técnicas de hidratación corporal que te ofrece Cambio y Corto, tu peluquería y estética, se encuentran:
- Tratamiento lipolítico reafirmante: una liposucción sin cirugía que elimina la grasa de las zonas difíciles, abdomen, brazos y rodillas, y que moldea tu figura y reafirma el contorno. El efecto del láser, indoloro, desencadena la lipólisis, la forma natural del cuerpo de eliminar los lípidos. Asimismo, permite reducir medidas y darle una nueva firmeza a la dermis gracias a la estimulación de la circulación y la revitalización de los tejidos superficiales y profundos.
- Radiofrecuencia y cavitación: el primero utiliza el principio de las ondas electromagnéticas para calentar las diferentes capas epiteliales, lo que favorece la producción de colágeno y el drenaje linfático. Así se incrementa la elasticidad cutánea, haciendo que se vea más tersa e hidratada al reducir los pliegues y la flacidez.
El segundo, es otro método equivalente a una liposucción no quirúrgica, que con ondas ultrasónicas de baja intensidad hace desaparecer los depósitos de adipositos a nivel celular, con lo cual se impide que se reproduzcan. Esta grasa es entonces eliminada con facilidad a través de la linfa y la orina. Su efecto hidratante mejora el aspecto y la textura de la piel y rejuvenece las áreas tratadas.
Presoterapia: es una técnica a base de presión de aire sobre distintas zonas del cuerpo. El procedimiento consiste en comprimir y relajar de manera alterna, estimulando la función linfática. Además de ser muy útil para prevenir las várices, disminuir la retención de líquidos y la celulitis, sirve para recuperar la elasticidad epidérmica y mejorar el transporte de oxígeno a los tejidos y la autorregeneración tisular.