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¿A qué edad es recomendable optar por los nuevos tratamientos faciales?

Cuando nos hablan de un tratamiento facial, inmediatamente pensamos en masajes y otros procedimientos antienvejecimiento. Es por eso que, en opinión de la mayoría, los destinatarios ideales sean personas de edad relativamente avanzada, cuyo rostro ya se encuentra marcado por el efecto de las arrugas.

No obstante, los tratamientos faciales no se centran únicamente en el rejuvenecimiento del cutis, ni son exclusivos para personas de edad avanzada. Al contrario de la opinión general, tales procedimientos pueden y deben ser aplicados en pacientes jóvenes cuyas edades oscilen entre los 20 y 30 años.

Aunque los veinte parezcan una edad muy temprana, diversos estudios sugieren lo contrario, descargas AZBIGMEDIA. Las razones son diversas, pero se resumen en el estilo de vida de los jóvenes. Las nuevas generaciones tienden a ser más desordenadas y descuidadas con respecto a dichos factores.

La alimentación, hábitos y el estrés son algunos de los factores que mayor incidencia tienen en la salud de la piel. Es por ello que ha descendido la edad mínima a la que se recomienda empezar a ocuparse de la salud del cutis.

La clave en este asunto es la prevención, la piel es un órgano y, por ende, requiere ser cuidado adecuadamente. Y pese a que los tratamientos faciales no van a impedir que las arrugas aparezcan, su aplicación oportuna contribuirá a que se retrase su aparición.

¿Qué implica el cuidado preventivo de la piel?

La elección del tratamiento facial adecuado dependerá de las necesidades de cada persona. En esta sentido, la edad es uno de los factores más importantes que hay que tener en cuenta. Entre los 20 y 30 años, los procedimientos que se apliquen tendrán por finalidad principal hidratar la piel y reforzar sus nutrientes. De igual forma, será esencial aprender los ejercicios de relajación de los músculos, a fin de favorecer la recuperación del cutis del efecto de las líneas de expresión.

Si se ha cumplido con la recomendación anterior, entre los 30 y 40 años se aplicarán tratamientos preventivos. A través de ellos, lo que se busca es que el rostro refuerce los nutrientes que ya posee y que le ayuden a mantener la elasticidad y firmeza. De esta manera, podrá verse menos afectado por el paso del tiempo.

Una vez superados los cuarenta, es preciso que los procedimientos y cuidados que se apliquen tengan por objeto aportar a la piel aquellos nutrientes que el organismo haya dejado de producir de manera progresiva y, de esta forma, se mantendrá sana.

En Cambio y Corto ofrecemos los más innovadores tratamientos faciales, ideales para la prevención de la aparición prematura de las arrugas y corregir los efectos de estas una vez que empiezan a aparecer. Adicionalmente, damos a nuestros clientes la orientación que necesitan para llevar un estilo de vida que les permita tener un rostro saludable.

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