A pesar de estar siempre muy atentas a la salud y los cuidados del cutis, algunas mujeres tienden a descuidar el resto del cuerpo y, la verdad, es que toda la piel necesita atención para lucir sana y radiante. Existe un tratamiento corporal adecuado para cada una de las patologías que suelen presentarse, y además de perfeccionar la silueta y favorecer los tejidos cutáneos, estas técnicas propician la disminución del estrés y el incremento del bienestar general.
Hay métodos que permiten tener la celulitis bajo control y minimizar el aspecto de piel de naranja. Otros tratan la adiposidad y eliminan esos pequeños depósitos de grasa acumulada. Finalmente, existen procedimientos que favorecen la circulación sanguínea y combaten la flacidez al estimular al organismo a producir más colágeno y elastina, y así previenen el envejecimiento. En general, todos ayudan a revitalizar los tejidos y presentar un contorno más armonioso.
Sus grandes ventajas, con respecto a la cirugía plástica, es que no tienes que dejar de lado tus actividades durante un largo período mientras te recuperas de la intervención, los precios son considerablemente más bajos, al igual que el riesgo para tu salud, y puedes repetir las sesiones cuantas veces sea necesario.
¿Cómo aumentar la eficacia de los tratamientos corporales?
Tenderse en una camilla y dejar que te apliquen equipos y técnicas de embellecimiento resulta muy agradable. Sin embargo, para que los procedimientos puedan ser más efectivos deberás poner de tu parte y esforzarte un poco. Eso contribuirá en gran medida con la efectividad del método y asimismo te hará sentir mejor anímicamente.
Por ejemplo, si tu índice de masa corporal (IMC) estuviese entre 25.0 y 29.9, tendrías un exceso de peso, y por encima de ese rango se hablaría de obesidad. Probablemente, algunas zonas de tu cuerpo también presentarían celulitis e indeseables adiposidades que podrían combatirse con un tratamiento lipolítico reafirmante, criolipólisis y presoterapia.
No obstante, en paralelo debes atacar la fuente del problema, que podría residir en una vida sedentaria con poco o ningún ejercicio físico, así como una mala alimentación baja en frutas y vegetales o bien alta en grasas y carbohidratos combinada con mucha tensión nerviosa. ¿Qué hacer en estos casos? Planifica tus actividades para poder sacar tiempo de donde pareciera no haberlo e incorpórate a un gimnasio, camina, nada o practica algún deporte, sigue una dieta equilibrada y aprende a relajarte.
Si pones en práctica estas sencillas indicaciones que son de sentido común, con seguridad lograrás que tus tratamientos corporales produzcan resultados sensacionales y te generen una inmensa satisfacción. Consulta con tu especialista de Cambio y Corto S.L. cómo mejorar las zonas de tu anatomía que te preocupan y déjate guiar por los expertos en estética a través de procedimientos capaces de devolverte la imagen que el paso de los años y las presiones rutinarias te han quitado.