Una queja común en la sociedad actual, es que las personas llevamos un ritmo de vida muy acelerado, nos preocupamos demasiado y el estrés se ha convertido en un compañero inseparable. Por eso, muchas personas que necesitan un tratamiento facial antiedad acuden al centro estético huyendo de tales consecuencias.
En este sentido, diversos estudios han comprobado que el estrés es la causa de múltiples afecciones y el deterioro progresivo de la piel es una de ellas. En efecto dicha condición influye directamente en el funcionamiento de las hormonas.
Así pues, cuando el estrés se vuelve crónico, el cuerpo produce de forma prolongada una hormona denominada cortisol. Ella es la responsable de la satisfacción de necesidades urgentes del organismo, pero nada en exceso es bueno y esto no es la excepción. De modo que en abundancia, ocasiona inflamaciones cutáneas que se hacen visibles a través de líneas de expresión, granos o pérdida de las propiedades de la piel.
El masaje Kobido
Ningún tratamiento para salud es eficaz, si el destinatario no coopera. Si el objetivo es rejuvenecer el rostro afectado por el estrés diario, es esencial buscar una solución que ayude a liberarse de él y precisamente eso es el masaje Kobido.
Se trata de una antigua técnica japonesa, cuyo uso se le atribuye a los samuráis, quienes la utilizaban para relajarse después de la batalla y retomar su paz interior. Según la historia popular, la emperatriz de la época, notó que este ejercicio favorecía a la salud de la piel, así que ordenó que se le aplicara. Así, se convirtió en el secreto de la belleza entre ella y sus sucesoras.
Este tratamiento consiste en producir el movimiento de las toxinas que se encuentran en la dermis. Es una técnica en la que se utilizan 47 maniobras diferentes, aplicadas a distinta intensidad, para lograr estimular los 16 músculos faciales superficiales. De manera que es una fuerte arma contra el estrés y el envejecimiento facial.
¿Es igualmente efectivo el automasaje?
Una de las ventajas de los masajes faciales, es que no requieren ser realizados por otra persona, ya que el rostro es un área de fácil acceso para las manos. Sin embargo, dicha práctica no es recomendable en este caso.
Ello se debe a que, si el objetivo del mismo es lograr la máxima relajación muscular, no podrá lograrse dicho propósito si estamos ocupados atendiéndonos. Esto puede ser útil como práctica complementaria, pero eventualmente debe haber otra persona que lo haga por nosotros.
Así que si estás en la búsqueda de un tratamiento antiedad eficaz, acércate a tu centro estético de confianza y pregunta por los beneficios que el método Kobido puede ofrecerte. En muy poco tiempo notarás la diferencia en tu cutis y estado de ánimo.