El acné es uno de los mayores enemigos de la población juvenil. Además de incómodas, las lesiones cutáneas pueden convertirse en un problema estético, especialmente en los casos severos. Sin embargo, los adolescentes no son los únicos que deben lidiar con este inconveniente, muchos adultos también lo sufren. Y dado que las causas varían según la edad, género y estilo de vida de la persona, es preciso saber elegir el tratamiento facial más conveniente.
A propósito de lo antes mencionado, es importante tener presente que el acné no siempre es un problema exclusivamente dermatológico. Existen casos donde es la consecuencia de una alteración hormonal o bien es indicador de otras enfermedades. De modo que el hecho de tratarse de una condición común no implica que deban ignorarse las recomendaciones médicas orientadas a determinar la causa de su aparición.
Ahora bien, en lo que respecta a la dermatología, existen diversas formas de atacar el acné. No obstante, muchas se basan en el uso de productos cuyos componentes químicos terminan siendo contraproducentes.
Una buena elección, que además es una alternativa natural y de eficacia comprobada, es el tratamiento facial exfoliante. Actualmente está catalogado como uno de los mejores y ello se debe a que permite realizar una limpieza profunda de los poros, removiendo toda clase de impurezas presentes en la piel. Entre sus ventajas destaca el uso de productos y aplicación de técnicas que ayudan a hidratar el cutis sin impedir que respire.
Consejos para prevenir su aparición
El estilo de vida, los hábitos de alimentación y el esfuerzo adicional que se realice en pro del cuidado de la piel, son factores que marcarán la diferencia en la prevención del acné. Incluso aquellas personas que por causas genéticas o condiciones hormonales tengan predisposición a su aparición, podrán minimizar sus consecuencias aplicando medidas de precaución.
Afortunadamente, se trata de sencillos consejos cuya aplicación no es cara, por tanto, no hay excusas para no tenerlos presentes. Entre ellos destaca la ingesta de abundante agua, gracias a que esta sirve como agente limpiador; evitar el consumo de alimentos grasos y el uso de cosméticos con aceite; realizar ejercicios y lavarse la cara al menos dos veces al día.
Optar por productos faciales naturales es otra de las medidas que ayudan a reducir las lesiones. Por eso, en el centro estético Cambio y Corto se promueve el bienestar de sus clientes a través del uso de alternativas libres de químicos, que no solo benefician a la piel, sino que además reducen el impacto ambiental que causan algunos cosméticos.
A la hora de elegir el tratamiento facial más adecuado, es conveniente comparar los beneficios que estos aportan, la eficacia con la que reducen o eliminan el acné y, por qué no, pensar en el impacto que puedan tener en el medio ambiente, ya que en definitiva somos nosotros los responsables de mantenerlo a salvo.